Al parecer todo el mundo cree entender la diferencia entre datos, información y conocimiento. Sin embargo me permito establecer un piso parejo para poder desarrollar una perspectiva de contraste desde la óptica de la tecnología.
Un dato es un hecho aislado que describe una particularidad de la realidad alrededor de un tema en específico. Podría entenderse como la unidad mínima representativa de un entorno que pretende ser medible.
Conforme el conjunto de datos se va organizando en distintos universos con base a criterios bien establecidos y definidos, la información va emergiendo como una forma ordenada de la representación de los datos en la cantidad y calidad que el origen mismo de los datos ostente. La transformación de los datos en información se logra por diversas mecánicas o procesos. Contextualización, categorización, cálculo, curado y condensación constituyen la criba que elevan la categoría de datos a información.
Pero el culmen llega cuando la información se convierte en conocimiento. Y es que para Davenport y Prusak “El conocimiento es una mezcla de experiencia, valores, información y saber hacer que sirve como marco para la incorporación de nuevas experiencias e información que es útil para la acción”. Yo le sumaría a esta definición la frase… “que se desarrolla dentro de una cultura para fortalecerla y nutrirla”.
Ahora bien, lo que hoy se le conoce como “malla de datos” qué es un término que se le entiende como la forma de hacer que los datos sean más accesibles para los usuarios comerciales, su transformación en información depende de la intencionalidad y dirección que se tiene al procesarlos para extraer o decantar la información contenida en ellos. Y para esto existen diversas herramientas y/o plataformas informáticas que logran este objetivo.
Los empresarios deben comenzar por pensar en sus casos de uso, problemas comerciales y análisis necesarios que necesitan realizarse para conseguir la información escondida en lo que se le conoce como “data lakes”, o lagos de datos en inglés. A partir de esto, se puede determinar para cada pieza de información, qué tipo de almacenamiento, funciones y software de análisis tienen más sentido, proporcionando y capacitando para encontrar la verdad y las causas que explican la generación de la información.
Es demasiado tentador buscar formas basadas en tecnología para evitar desafíos organizacionales más grandes. Pero cuando se trata de generación de cultura y conocimiento, la tecnología se ve rebasada por la experiencia humana y el sentido de trascendencia que el empresario debe imprimir en su ser y que hacer, en el papel que debe desarrollar dentro de la sociedad donde está inserto.
Sin embargo, las plataformas y sistemas tecnológicos que extraen la información de los datos, deben ser entendidas como herramientas primarias que son condición sine qua non para que el empresariado esté concentrado de manera permanente, en la generación de cultura como resultado de su destilación y así aportar valor y crecimiento para la sociedad.
Sígueme en mis siguientes artículos para más ideas estratégicas de transformación digital y comparte esta información a quienes les sea de utilidad. Aquí te lo platico:
La democratización de los datos y la tecnología
Al parecer todo el mundo cree entender la diferencia entre datos, información y conocimiento. Sin embargo me permito establecer un piso parejo para poder desarrollar una perspectiva de contraste desde la óptica de la tecnología.
Un dato es un hecho aislado que describe una particularidad de la realidad alrededor de un tema en específico. Podría entenderse como la unidad mínima representativa de un entorno que pretende ser medible.
Conforme el conjunto de datos se va organizando en distintos universos con base a criterios bien establecidos y definidos, la información va emergiendo como una forma ordenada de la representación de los datos en la cantidad y calidad que el origen mismo de los datos ostente. La transformación de los datos en información se logra por diversas mecánicas o procesos. Contextualización, categorización, cálculo, curado y condensación constituyen la criba que elevan la categoría de datos a información.
Pero el culmen llega cuando la información se convierte en conocimiento. Y es que para Davenport y Prusak “El conocimiento es una mezcla de experiencia, valores, información y saber hacer que sirve como marco para la incorporación de nuevas experiencias e información que es útil para la acción”. Yo le sumaría a esta definición la frase… “que se desarrolla dentro de una cultura para fortalecerla y nutrirla”.
Ahora bien, lo que hoy se le conoce como “malla de datos” qué es un término que se le entiende como la forma de hacer que los datos sean más accesibles para los usuarios comerciales, su transformación en información depende de la intencionalidad y dirección que se tiene al procesarlos para extraer o decantar la información contenida en ellos. Y para esto existen diversas herramientas y/o plataformas informáticas que logran este objetivo.
Los empresarios deben comenzar por pensar en sus casos de uso, problemas comerciales y análisis necesarios que necesitan realizarse para conseguir la información escondida en lo que se le conoce como “data lakes”, o lagos de datos en inglés. A partir de esto, se puede determinar para cada pieza de información, qué tipo de almacenamiento, funciones y software de análisis tienen más sentido, proporcionando y capacitando para encontrar la verdad y las causas que explican la generación de la información.
Es demasiado tentador buscar formas basadas en tecnología para evitar desafíos organizacionales más grandes. Pero cuando se trata de generación de cultura y conocimiento, la tecnología se ve rebasada por la experiencia humana y el sentido de trascendencia que el empresario debe imprimir en su ser y que hacer, en el papel que debe desarrollar dentro de la sociedad donde está inserto.
Sin embargo, las plataformas y sistemas tecnológicos que extraen la información de los datos, deben ser entendidas como herramientas primarias que son condición sine qua non para que el empresariado esté concentrado de manera permanente, en la generación de cultura como resultado de su destilación y así aportar valor y crecimiento para la sociedad.
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