Deep Fake, una técnica para la que no estamos preparados

Para poderse preparar ante una amenaza de este calibre, lo primero que hay que hacer es conocer su naturaleza para posteriormente definir un plan y actuar en consecuencia. El Deep Fake es una técnica en donde se toma la información biométrica de cada persona y se utiliza para replicarlos en determinados escenarios. 

En verdad esto constituye una herramienta poderosísima para suplantar identidades, pero, ¿cómo funciona?. Es aparentemente sencillo. Primero se graba un video de la persona en cuestión donde dice una frase cuidadosamente escogida. Esta frase constituye la “semilla” vocal digital desde donde se pueden replicar todas las palabras que dicha persona podría estar diciendo. El valor de esta información radica en que todos y cada uno en este mundo, tenemos un timbre de voz único e insustituible. De tal forma que, si es grabada en medios digitales y luego comparada contra otra voz que diga lo mismo, aunque sea lo más parecido posible a la voz original, es posible distinguir las diferencias, aunque sean las más sutiles. Esto se hace por comparación digital. Cuando se hace una comparación digital, digamos que no hay rango de error. 

Lo mismo sucede con la imagen de la persona grabada. Los datos de nuestra cara son alojados en medios digitales. Incluso en el caso de que haya gemelos “idénticos”, siempre existen diferencias sutiles que las computadoras pueden identificar muy fácilmente. Y de nueva cuenta, si se pueden identificar las diferencias, también esta información puede ser almacenada para propósitos particulares.

Las aplicaciones de esta técnica son muy variadas. Una de las más divertidas es cuando la industria cinematográfica toma esta información para replicar rostros de actores famosos, pero que, por alguna razón, no actúan en realidad, sino que, por medio de los llamados “dobles”, se hace pensar al público espectador, que el actor es el original. Esto es muy sencillo de hacer cuando se trata de escenas donde el rostro no es el centro de atención y/o está en movimiento como para que no sea el foco de atención de la escena. Sin embargo, la aplicación del Deep Fake entra en acción cuando el rostro de la persona es precisamente el foco de atención. De este modo, el rostro del doble utilizado en las escenas, es “cambiado” por el rostro del actor famoso que se pretende hacer el protagonista de la escena. 

La unión de las imágenes de rostros y voces digitalizadas entonces, pueden ser suplantadas  o sustituidas por quien sea. 

Hay ejemplos logrados espectacularmente en la industria cinematográfica. Algunos los puedes encontrar en la página de “Creative Bloq” en donde verás al presidente Obama diciendo cosas verdaderamente inverosímiles o al mismo Zuckerberg diciendo que en realidad, nuestros datos son utilizados para controlar nuestras vidas y manipularlas a contentillo. 

Pero ahí no termina la aplicación de esta poderosísima herramienta. Esta puede ser usada para recrear voces y/o videos de personas cercanas a nosotros, pero dando instrucciones para hacer tal o cual acción. Permíteme darte un ejemplo. Imagínate que en una video llamada, una tercera persona tiene la capacidad de tomar tus datos biométricos y hacerse pasar por ti en dicha video llamada. Sigamos. Imagínate que esa video llamada se trata de una reunión ejecutiva en tu empresa donde hay que tomar decisiones importantes en donde tu “yo” suplantado podría decir prácticamente cualquier cosa. Desde estar absolutamente de acuerdo en la aprobación de presupuestos, hasta instrucciones como dar aumentos de sueldos o ejecutar transferencias bancarias a diversas personas que en teoría “tu” estás no solo autorizando, sino dando “la orden” expresa. 

Evidentemente no daré más ejemplos de cómo la delincuencia organizada puede utilizar esta técnica porque no quiero dar ideas. Solo te pido, echa a volar tu imaginación. ¿Ves porqué digo que esta es una amenaza para la que no estamos preparados?. 

Un consejo. Cuando pienses que lo que estás viendo o escuchando, verifica que esta información sea real utilizando un método alterno de comunicación con la persona que en teoría, estás “hablando”. 

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