¿Quién tiene derecho a controlar nuestra identidad en internet y porqué?. Hay quienes ven a Internet como la forma ideal para la libertad de expresión que ha permitido compartir “información” sin precedentes. El problema radica en las instancias que regulan los contenidos.
Fundamentalmente hay 2 ópticas en este sentido. Hay quienes piensan que la regulación estricta es el camino que internet debería de seguir para poder compartir información que tenga validez. Y entonces empiezan a existir iniciativas como las de las Big Tech que pretenden definir si la información publicada en internet es verdadera o no según sus criterios. En este artículo hablo sobre las 5 grandes llamadas GAFAM (Google, Amazon, Facebook, Apple y Microsoft) que conforman una alianza para que solamente estas empresas decidan qué es verdad y qué no. Desde luego que esto es claramente un extremo del péndulo.
Sin embargo, el péndulo tiene 2 caras de la misma moneda. En este mismo extremo, también está el control que los estado tienen para con sus ciudadanos. Ahí está el ejemplo de China y Rusia donde el control del acceso a internet es total. Tienen la capacidad de monitorear a sus ciudadanos en todos los aspectos de sus vidas, lo que produce abusos de poder y restricciones de libertad de expresión.
Esto tiene claras consecuencias para la libertad de expresión. “El renovado interés en la localización de datos plantea un mayor riesgo para la privacidad de los usuarios y otros derechos fundamentales. Esto es particularmente preocupante, ya que algunos de los requisitos de localización de datos más estrictos se pueden encontrar en países con registros de derechos humanos deficientes y entornos de información restrictivos «… dice un artículo del computer weekly.
Esto nos va acercando al punto central que es el control de nuestra identidad en internet y los derechos que sobre ella se ejerzan. Y todo esto apunta a la definición de ¿a quién pertenece?, ¿quién tiene derecho a accederla? ¿quién y bajo qué limitantes tiene derecho a verse beneficiado comercialmente de ella?
Si bien, en el extremo del péndulo antes mencionado está el control irrestricto y férreo de instancias gubernamentales o privadas, el otro extremo está en la “democratización” de la administración de las identidades individuales, bajo un esquema de blockchain.
Hoy las personas pueden emitir credenciales verificables para una identidad que permite a las personas, autoridades o verificadores, solo los atributos necesarios para verificar su identidad. Sin embargo, también existe la posibilidad del manejo de credenciales anónimas que permitan respetar la privacidad, ya que el usuario es quien decide qué compartir y qué no.
La identidad descentralizada entonces, permite a las organizaciones emitir credenciales a personas que se pueden almacenar en us billetera virtual, esto en un proceso similar al que se usa con las criptomonedas como el bitcoin.
Si bien esto no implica que la identidad descentralizada resolverá todos los desafíos que enfrenta internet, estamos frente a una nueva era de administración de identidad de próxima generación basadas en blockchain que está madurando con una velocidad impresionante. Esto devolverá el control a los propios usuarios dándole a las empresas comerciales la confianza de las transacciones en internet. Todo un reto.
Te dejo este link en el que te doy 10 tips para no caer en el robo de identidad digital:
Sígueme en mis siguientes artículos para más ideas estratégicas de transformación digital.
El problema principal que afronta internet
¿Quién tiene derecho a controlar nuestra identidad en internet y porqué?. Hay quienes ven a Internet como la forma ideal para la libertad de expresión que ha permitido compartir “información” sin precedentes. El problema radica en las instancias que regulan los contenidos.
Fundamentalmente hay 2 ópticas en este sentido. Hay quienes piensan que la regulación estricta es el camino que internet debería de seguir para poder compartir información que tenga validez. Y entonces empiezan a existir iniciativas como las de las Big Tech que pretenden definir si la información publicada en internet es verdadera o no según sus criterios. En este artículo hablo sobre las 5 grandes llamadas GAFAM (Google, Amazon, Facebook, Apple y Microsoft) que conforman una alianza para que solamente estas empresas decidan qué es verdad y qué no. Desde luego que esto es claramente un extremo del péndulo.
Sin embargo, el péndulo tiene 2 caras de la misma moneda. En este mismo extremo, también está el control que los estado tienen para con sus ciudadanos. Ahí está el ejemplo de China y Rusia donde el control del acceso a internet es total. Tienen la capacidad de monitorear a sus ciudadanos en todos los aspectos de sus vidas, lo que produce abusos de poder y restricciones de libertad de expresión.
Esto tiene claras consecuencias para la libertad de expresión. “El renovado interés en la localización de datos plantea un mayor riesgo para la privacidad de los usuarios y otros derechos fundamentales. Esto es particularmente preocupante, ya que algunos de los requisitos de localización de datos más estrictos se pueden encontrar en países con registros de derechos humanos deficientes y entornos de información restrictivos «… dice un artículo del computer weekly.
Esto nos va acercando al punto central que es el control de nuestra identidad en internet y los derechos que sobre ella se ejerzan. Y todo esto apunta a la definición de ¿a quién pertenece?, ¿quién tiene derecho a accederla? ¿quién y bajo qué limitantes tiene derecho a verse beneficiado comercialmente de ella?
Si bien, en el extremo del péndulo antes mencionado está el control irrestricto y férreo de instancias gubernamentales o privadas, el otro extremo está en la “democratización” de la administración de las identidades individuales, bajo un esquema de blockchain.
Hoy las personas pueden emitir credenciales verificables para una identidad que permite a las personas, autoridades o verificadores, solo los atributos necesarios para verificar su identidad. Sin embargo, también existe la posibilidad del manejo de credenciales anónimas que permitan respetar la privacidad, ya que el usuario es quien decide qué compartir y qué no.
La identidad descentralizada entonces, permite a las organizaciones emitir credenciales a personas que se pueden almacenar en us billetera virtual, esto en un proceso similar al que se usa con las criptomonedas como el bitcoin.
Si bien esto no implica que la identidad descentralizada resolverá todos los desafíos que enfrenta internet, estamos frente a una nueva era de administración de identidad de próxima generación basadas en blockchain que está madurando con una velocidad impresionante. Esto devolverá el control a los propios usuarios dándole a las empresas comerciales la confianza de las transacciones en internet. Todo un reto.
Te dejo este link en el que te doy 10 tips para no caer en el robo de identidad digital:
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