Hay veces que los colaboradores solo siguen instrucciones únicamente porque “el jefe lo dijo”. En muchas empresas se adopta el cómputo en la nube solo por “ocurrencia” del CEO, del CIO o por el gerente de alguna unidad de negocio porque piensan que redundará en ahorros económicos.
La creencia de que se va a la nube solo por obtener disminución en costos, es un error bastante difundido (leer “Revisiting the Top 10 Cloud Myths for 2020”). Sin embargo, el uso del cómputo en la nube no siempre significa recortar gasto corriente. Pero más allá, este solo elemento no debería ser el único factor de decisión para optar por una estrategia de cómputo en la nube.
En lugar de quedarse únicamente con esta idea equivocada, es necesario considerar a la dirección del negocio como la promotora e impulsora de la estrategia de cómputo en la nube. Pero es necesario conceptualizar a dicha estrategia como eso, como estrategia que viene dirigida desde la dirección general de la empresa.
Es necesario que el soporte de la estrategia de cómputo en la nube, esté alineado a alcanzar los objetivos y las metas del negocio. Cuando estés hablando de trasladar tus aplicaciones y tus datos a la nube, siempre hay que mantener la conexión y relación con los aspectos del negocio. Es necesario asegurar la claridad absoluta del porqué se están trasladando estos elementos operacionales a la nube y qué se logrará cuando se concrete este movimiento.
Existen 2 consideraciones que siempre deben ir de la mano cuando se está hablando de la adopción del cómputo en la nube. El primero es el ahorro de costos e incremento de la eficiencia, y el segundo es la agilidad, velocidad e innovación. Es sumamente frecuente que en las organizaciones se dejen fuera alguno de estos elementos en la toma de decisiones para la adopción del cómputo en la nube.
Si bien no siempre se puede alcanzar que las 2 consideraciones se logren a cabalidad de forma simultánea, es fundamental no dejar de lado ninguno de estos factores en la toma de decisiones. Claramente es necesario la priorización de algún aspecto sobre los demás que será el eje sobre el que gire la estrategia completa. (ver “Your Cloud Strategy Needs to be Bimodal”).
Incluso el término “agilidad” pudiera estar significando “reducción”. Esta reducción podría ser tan importante como el “incremento” de capacidad de cómputo de nuestros recursos informáticos. Esto usualmente desemboca en la discusión de elasticidad y el compartir recursos para más de una aplicación en una misma instancia de cómputo. La estrategia de cómputo en la nube siempre es un ejercicio de “toma y daca”.
Mira este video que te preparé:
Sígueme en mis siguientes artículos para más ideas estratégicas de transformación digital y comparte esta información a quienes les sea de utilidad.
Sustenta la estrategia en resultados deseados
Hay veces que los colaboradores solo siguen instrucciones únicamente porque “el jefe lo dijo”. En muchas empresas se adopta el cómputo en la nube solo por “ocurrencia” del CEO, del CIO o por el gerente de alguna unidad de negocio porque piensan que redundará en ahorros económicos.
La creencia de que se va a la nube solo por obtener disminución en costos, es un error bastante difundido (leer “Revisiting the Top 10 Cloud Myths for 2020”). Sin embargo, el uso del cómputo en la nube no siempre significa recortar gasto corriente. Pero más allá, este solo elemento no debería ser el único factor de decisión para optar por una estrategia de cómputo en la nube.
En lugar de quedarse únicamente con esta idea equivocada, es necesario considerar a la dirección del negocio como la promotora e impulsora de la estrategia de cómputo en la nube. Pero es necesario conceptualizar a dicha estrategia como eso, como estrategia que viene dirigida desde la dirección general de la empresa.
Es necesario que el soporte de la estrategia de cómputo en la nube, esté alineado a alcanzar los objetivos y las metas del negocio. Cuando estés hablando de trasladar tus aplicaciones y tus datos a la nube, siempre hay que mantener la conexión y relación con los aspectos del negocio. Es necesario asegurar la claridad absoluta del porqué se están trasladando estos elementos operacionales a la nube y qué se logrará cuando se concrete este movimiento.
Existen 2 consideraciones que siempre deben ir de la mano cuando se está hablando de la adopción del cómputo en la nube. El primero es el ahorro de costos e incremento de la eficiencia, y el segundo es la agilidad, velocidad e innovación. Es sumamente frecuente que en las organizaciones se dejen fuera alguno de estos elementos en la toma de decisiones para la adopción del cómputo en la nube.
Si bien no siempre se puede alcanzar que las 2 consideraciones se logren a cabalidad de forma simultánea, es fundamental no dejar de lado ninguno de estos factores en la toma de decisiones. Claramente es necesario la priorización de algún aspecto sobre los demás que será el eje sobre el que gire la estrategia completa. (ver “Your Cloud Strategy Needs to be Bimodal”).
Incluso el término “agilidad” pudiera estar significando “reducción”. Esta reducción podría ser tan importante como el “incremento” de capacidad de cómputo de nuestros recursos informáticos. Esto usualmente desemboca en la discusión de elasticidad y el compartir recursos para más de una aplicación en una misma instancia de cómputo. La estrategia de cómputo en la nube siempre es un ejercicio de “toma y daca”.
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Fuente: C-Suite: 7 Myths Standing Between You and the Hybrid Future of Work
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