La estrategia de nube debe ser clara, concisa alrededor de lo que significa la nube en tu organización. No se reduce a solamente a un plan de migración.
Es necesario separar claramente la estrategia de lo planes de implementación, valoraciones, modelo de costos, arquitectura, la hoja de ruta y demás detalles que deben estar y permanecer completamente ajenos a la estrategia de nube. De hecho, la estrategia de nube debe constituir el fundamento de los planes de implementación.
La mayoría de las empresas no tienen una estrategia real de nube, aunque digan que la tienen. La buena noticias es que nunca es demasiado tarde para empezar a tenerla. Se trata de proponer y responder a las necesidades del negocio, y no meramente reaccionar ante una miríada de cambios, algunos cosméticos, pero otros estructurales, en los ambientes de negocio.
Uno de los principales resultados que tiene el involucramiento de las distintas áreas del negocio en la definición y concepción de la estrategia de la nube, es precisamente el poder vislumbrar un océano de posibilidades que la habilitación de nube en la empresa, puede significar para ella y sus clientes.
La planeación estratégica comienza en la parte superior de la organización y de ahí, debe permear hacia el resto de ella. Desde el director general y el consejo, deben estar dictando la dirección estratégica para que el resto de la organización se sume. La dirección compone y estructura la estrategia de la nube en tres capas que deben catapultar y servir como palanca de desarrollo para el negocio completo. La estrategia del centro de datos, la estrategia de seguridad y la estrategia de arquitectura informática han de ser los 3 ejes que soportan la estrategia completa, que como ya dijimos, debe estar alineada a la estrategia del negocio.
En un mundo ideal, esto ya debería estar sucediendo. Alinear estos 3 esfuerzos puede significar incluso, el catalizador para concretar los distintos elementos aparentemente inconexos, de la estrategia global del negocio que permitan hasta servir de lazo entre todos ellos.
La estrategia de seguridad informática puede estar medianamente presente en las organizaciones. Sin embargo, este elemento por sí solo, puede constituir no solamente la continuidad de operación del negocio, sino la permanencia del mismo. Últimamente se ha visto que empresas que no han sabido cuidar este componente, presas de algún hackeo, no han sobrevivido a la desconfianza que provoca esta situación ante sus clientes al sentir que sus datos han caído en manos de la delincuencia cibernética organizada.
Algunas veces, el plan de implementación de nube se confunde con la estrategia, pero no lo es. Es probablemente un documento de mucho más de 20 o 30 páginas que contienen con lujo de detalle, una serie de aspectos a seguir para el transito y operación de la nube. Y aunque este documento pudiera incluir chispazos de la estrategia, no la constituye. De hecho, se pudiera usar para partir dicho documento en 2 partes. Uno con la estrategia, y el otro con el plan de implementación.
Para poder diseñar una estrategia real de nube, es necesario recurrir a los expertos en la materia para poder guiar los pasos para la constitución adecuada de la misma. De no hacerlo, se corre el riesgo no solo de perder mucho dinero en el proceso, sino de mucho tiempo que la competencia de las empresas aprovecha para ganar terreno frente a las organizaciones que escatiman las inversiones que les permitirían obtener las claras ventajas de una constitución apropiada de la estrategia de nube.Aquí te dejo mi video en el que hablo al respecto:
https://youtu.be/pOwVYfYLTxA
Sígueme en mis siguientes artículos para más ideas estratégicas de transformación digital y comparte esta información a quienes les sea de utilidad.
No confundas la estrategia con un plan de implementación
La estrategia de nube debe ser clara, concisa alrededor de lo que significa la nube en tu organización. No se reduce a solamente a un plan de migración.
Es necesario separar claramente la estrategia de lo planes de implementación, valoraciones, modelo de costos, arquitectura, la hoja de ruta y demás detalles que deben estar y permanecer completamente ajenos a la estrategia de nube. De hecho, la estrategia de nube debe constituir el fundamento de los planes de implementación.
La mayoría de las empresas no tienen una estrategia real de nube, aunque digan que la tienen. La buena noticias es que nunca es demasiado tarde para empezar a tenerla. Se trata de proponer y responder a las necesidades del negocio, y no meramente reaccionar ante una miríada de cambios, algunos cosméticos, pero otros estructurales, en los ambientes de negocio.
Uno de los principales resultados que tiene el involucramiento de las distintas áreas del negocio en la definición y concepción de la estrategia de la nube, es precisamente el poder vislumbrar un océano de posibilidades que la habilitación de nube en la empresa, puede significar para ella y sus clientes.
La planeación estratégica comienza en la parte superior de la organización y de ahí, debe permear hacia el resto de ella. Desde el director general y el consejo, deben estar dictando la dirección estratégica para que el resto de la organización se sume. La dirección compone y estructura la estrategia de la nube en tres capas que deben catapultar y servir como palanca de desarrollo para el negocio completo. La estrategia del centro de datos, la estrategia de seguridad y la estrategia de arquitectura informática han de ser los 3 ejes que soportan la estrategia completa, que como ya dijimos, debe estar alineada a la estrategia del negocio.
En un mundo ideal, esto ya debería estar sucediendo. Alinear estos 3 esfuerzos puede significar incluso, el catalizador para concretar los distintos elementos aparentemente inconexos, de la estrategia global del negocio que permitan hasta servir de lazo entre todos ellos.
La estrategia de seguridad informática puede estar medianamente presente en las organizaciones. Sin embargo, este elemento por sí solo, puede constituir no solamente la continuidad de operación del negocio, sino la permanencia del mismo. Últimamente se ha visto que empresas que no han sabido cuidar este componente, presas de algún hackeo, no han sobrevivido a la desconfianza que provoca esta situación ante sus clientes al sentir que sus datos han caído en manos de la delincuencia cibernética organizada.
Algunas veces, el plan de implementación de nube se confunde con la estrategia, pero no lo es. Es probablemente un documento de mucho más de 20 o 30 páginas que contienen con lujo de detalle, una serie de aspectos a seguir para el transito y operación de la nube. Y aunque este documento pudiera incluir chispazos de la estrategia, no la constituye. De hecho, se pudiera usar para partir dicho documento en 2 partes. Uno con la estrategia, y el otro con el plan de implementación.
Gartner en su artículo “Top 10 tips for Avoiding the Most Common Mistakes in Cloud Strategies” plantea que muchas organizaciones creen tener una estrategia bien definida, aunque no sea así.
Para poder diseñar una estrategia real de nube, es necesario recurrir a los expertos en la materia para poder guiar los pasos para la constitución adecuada de la misma. De no hacerlo, se corre el riesgo no solo de perder mucho dinero en el proceso, sino de mucho tiempo que la competencia de las empresas aprovecha para ganar terreno frente a las organizaciones que escatiman las inversiones que les permitirían obtener las claras ventajas de una constitución apropiada de la estrategia de nube.Aquí te dejo mi video en el que hablo al respecto:
Sígueme en mis siguientes artículos para más ideas estratégicas de transformación digital y comparte esta información a quienes les sea de utilidad.
Fuente: C-Suite: 7 Myths Standing Between You and the Hybrid Future of Work
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